\-= El Diario de New York =-/

- New York - NY. USA - Miercoles/Wednesday 01 - 09 - 2010                                                       

Portada | Noticias | Internacional | Opinión | Tecnología | Arte & Cine | Economía | Clasificados

Inicio     Página 4    Final

 - INDICE DE EDICIONES ANTERIORES -

OPINION

EDITORIAL

 

HOY NO SOMOS LOS DE ANTES

 

New York ha sido la ciudad por excelencia  en muchos aspectos. Pero hoy es una ciudad difícil, entronizada en una realidad muy particular, sin el sentido de vivencia que se solía vivir. Es una ciudad que ha estado programada en los últimos siglos para seguir un derrotero que permitiera crecer con el ímpetu de una capital mundial. Pero hoy es otra realidad debido a los acontecimientos mundiales y a los hechos producidos por ella misma.

Hoy gracias a las Naciones Unidas la ciudad se mantiene fortalecida. Sin este elemento la ciudad seria un desierto y sin la posibilidades de ser la gran ciudad. Ya que esta institución alberga 194 naciones, que de una u otra forma traen a sus ciudadanos a participar en la vida de ella. Hace que New York vibre en el mundo como su capital.

Dentro de ella, en su pulmón, en sus vertebras y en todo lo que ella es, es otra verdad. Es la cotidianidad del bodeguero, del vendedor ambulante o del pequeño negocio que sobrevive para poder mantener su negocio a flote ya que los altos costos de sobrevivencia son altos y hay que cumplir con ellos. Todo es mas caro que en cualquier ciudad del mundo. Aquí por todo se paga y lo que dan a cambio es poco. Es una realidad que asfixia y tensiona. Que hace que las gentes solo pernoten en ella y continúen su camino.  No es fácil para un individuo analizar al final de la jornada que realmente le queda después de tanto trabajo que ha puesto para alcanzar lo poco que al final le queda. En apariencia las gente cree que es suyo lo que tiene por que ha pagado por él. Pero en verdad no es de él, no es de nadie lo que tiene.

Ese balance que se hace al fin del día saca la respiración y deja un vacio que no se llena con nada. Mientras se es joven no hay problema, la energía y la vitalidad tapa cualquier dolencia. Los jóvenes son los que aman esta ciudad. En ella encuentra todo tipo de locura y miles de formas de escapar a la realidad. Los amores fortuitos pueden llegar al igual que se van sin decir adiós. Todo puede llegar, pero a su vez se va con la misma ventica que arropo los arboles.

Manhattan que es el corazón de la ciudad, se esta quedando sola. Antes, después de las cuatro de la tarde era imposible subirse a un tren, por la multitud de personas que querían tomarlo a la misma hora. Las plataformas estaban llenas y cientos de guardas dirigiendo a las persona para que subieran a los vagones. Sin pensar en la posibilidad de poderse sentar. A esas horas eran compactos de la multitud que había en cada estación. Hoy son vagones vacios y con suficiente espacio para todos. Nunca se había visto tal expresión en el trasporte. Las calles están despobladas de autos. Solo taxis deambulan por las calles y las zonas de turistas son las que siempre están aglomeras. La ciudad ya no es la de antes. Las fabricas y las industrias se han ido. Las grandes empresas que daban trabajo a miles de obreros ya no están. Todo se ha ido.

 

 

 

ElDiariodeNewYork.com, -publicación de ZahurK Technologies, Corp.

que se publica vía internet en DBF.

-------------------------

Publisher & Director: Zahur Klemath Zapata

Gerente: Alejandra Valencia

Gerente Ventas: Maria Consuelo Rodriguez

correo-director@eldiariodenewyork.com

        Contactos: redaccion@eldiariodenewyork.com

                      clasificados@eldiariodenewyork.com

------------------------

242 East. 2nd Street. Suiete 4D

New York, NY, USA - Tel 1-212 260 1723

 

Escritores, complejos y paranoias

 

Por José Luis Díaz-Granados*

 

No solamente Franz Kafka se despertaba en el pellejo de Gregorio Samsa, con la sensación de haberse convertido en un gigantesco escarabajo, debido a la monumental presión de poderes omnipotentes y negativos sobre su endeble sensibilidad. Son muchos los artistas y escritores de su talento que se han sentido alguna vez o durante toda la vida aplastados por el peso de una alteración emocional, una debilidad o una incurable fobia o paranoia.

El caso de Kafka es uno de los más conocidos, pero también sobre el que más se ha especulado. En realidad, su complejo de inferioridad se originaba en el autoritarismo de un padre severo e injusto. Todo ello le creaba una incontenible búsqueda de afecto y a la vez una sensación de temor a no poder corresponder a plenitud al ser amado. A todo ello agreguémosle su complejo de sentirse judío en un ambiente de creciente antisemitismo en Europa. Y por contera una permanente incertidumbre acerca de las virtudes de su arte literario. De ahí que no pasara en la vida civil de ser un empleado oscuro y subalterno, con una sensación perpetua de que no merecía el afecto ni la compasión de sus semejantes, como quien dice, se sentía un miserable escarabajo. Por eso, al final de sus días le pidió a su amigo Max Brod que quemara la totalidad de sus manuscritos.

Si miramos unos siglos atrás, Cervantes habla de sí mismo en el prólogo de Persiles y Segismunda, con cierta nostalgia y mucha melancolía, no sólo de su barba de plata “que antaño era de oro” sino de las seis piezas dentales que escondía tras sus labios casi inexistentes, pues ya eran sólo dos líneas. No sólo se solía lamentar por la escasez de dientes, sino porque éstos no encajaban entre sí para masticar y, al igual que confesaba después James Joyce, tenía que ejecutar incontables malabares dentro de su boca para desmenuzar las bolitas de pan mojadas en el chocolate. Pero paradójicamente, el autor del Quijote enarbolaba con orgullo el muñón de su mano izquierda, por haber obtenido esa herida en la gloriosa batalla de Lepanto.

Charles Baudelaire estuvo dominado durante sus 46 años de vida por la intransigente personalidad de su madre, a veces arbitraria y siempre severa, que para colmos, luego de enviudar del anciano padre del poeta, había contraído matrimonio con Aupick, un rígido oficial del Ejército francés. Baudelaire sufrió innumerables complejos de castración (y de Edipo, desde luego) y al final sólo se sentía realizado en compañía de mujeres

Seguir leyendo >>>

 

Sil vous plait, dépêchez vous de nous quitter!

 

Por: Andrés Candela

Tres títulos con diversos conceptos daban vueltas en mi cabeza para el desarrollo de esta columna y sin encontrar el hilo conductor que abarcara todas las ideas preestablecidas mentalmente, decidí aceptar una dominical invitación: un viaje a la India sin salir de Paris. Demasiado utópico sería decir que en una tarde conocí toda esa cultura y su religión; sin embargo, mientras veía como una calle gala era prácticamente transformada en una pasajera alegoría de la India y como muchos hindúes celebraban el nacimiento de Ganesha (Dios de la sabiduría, de los caminos y de las letras); no pude olvidar los diversos acontecimientos políticos y sociales por los cuales Francia –en el transcurso de la anterior semana-  no ha logrado zafarse de la critica internacional, porque ?aunque quiera?  su gobierno, sus políticos y sus acciones hacen “mérito” continuo para figurar en primera página de los diarios internacionales. El más destacado de los eventos transformados en titulares noticiosos ha sido la continua deportación de gitanos y rumanos, asunto que ya tuvo repercusión en la ONU. El comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, CERD, se declaró inquieto por los discursos discriminatorios. Según la ONU, Francia no está ?como lo establece la normativa europea? inspeccionando caso por caso las expulsiones; por el contrario, la política gala da la impresión de expulsar grupos determinados. 

En la calle transformada ?con los hindúes meciendo sobre sus hombros la representación de Ghanesa?  mis preguntas ligadas al tema de inmigración eran latentes, ¿qué piensan ellos, como extranjeros, de esas políticas? ¿Qué piensas los franceses que también se deleitan con la demostración cultural en un domingo parisino? El hindú me respondió: “respetamos a los franceses y sus normas, simplemente celebramos nuestras fiestas y hacemos participes a todo aquel que se quiera acercar. Mañana volveremos a hablar francés en el trabajo, nos vestiremos como ellos y agradeceremos el techo que este país nos ha otorgado”.

¿Y el francés?  “Para nosotros es interesante ver este festival donde hay encuentros de fe y nos acercamos a otras culturas sin ser ver vulnerada la nuestra”.  

La celebración continuaba, aunque el verano europeo agoniza y el cielo amenazaba con desbordarse en cualquier momento, pero no impidió que ellos siguieran caminando descalzos y arrodillándose al paso de cada uno de sus dioses. 

El telón no se cierra para Francia, y otro de sus actores representativos de la vida francesa,

 

Jean-Marie Le Pen, fundador del partido Frente Nacional, abarcó gran cantidad de titulares y portales en la Internet al declarar que había comprado una casa de campo para que sus hijos vieran vacas y no árabes. El comentario tuvo que ser inmediatamente desestimado por el vicepresidente de su partido, Bruno Gollnish, diciendo que se trataba de una simple broma de humor negro y que se le pedía recordar a la opinión pública que Le Pen “no tiene hostilidad contra los árabes” y recordó que el fundador del frente nacional se opuso a la guerra de Irak; no obstante, el eurodiputado recalcó, no considerar Francia como una tierra de acogida para todos los árabes, los romaníes, los guatemaltecos, los suecos..." Entre otros.  

La celebración se prolongaba para los hindúes y para los que no nos cansábamos de  observar sus ritos, sus cánticos, el sonido de sus tambores, la beldad de sus mujeres y todo lo circundante, pero… ¿qué pasaría el lunes para aquellos hindúes que no tengan papeles (les sans papiers) en uno de los tantos controles de trabajo que ejecuta el gobierno francés?  ¿Tendrá presente Ganesha  y Shivá las ofrendas dedicadas? 

Los controladores de inmigración, en Francia, llegan acompañados de la policía, rodean el lugar y comienza, para ellos, la función y para el “sin papeles” la defunción.  Caras de angustia y rostros que se demacran al instante y ese es el decorado de la escena, mientras, en un computador portátil, los funcionarios verifican los datos. Algunos de los “sin papeles” por nervios comienzan a decir cuantas personas, en otro país, dependen de su trabajo, pero al ver la indiferencia, o tal vez sea ya la costumbre de su trabajo, de los funcionarios de inmigración los “sin papeles”, se sumergen en un silencio autómata, esperando, aún, un pequeño toque de suerte o su futura fecha de deportación, mientras piensan en todo y en nada y frotan sus manos fuertemente para sacar la pintura y todo esto pasa a espaldas y con la total indiferencia de los típicos vagos franceses que  se distinguen, en cualquier parque o esquina, por llevar lata de cerveza en mano, mochila a la espalda y, como mínimo,  un perro, pero que vive y bebe gracias a la ayuda del gobierno que no deja de ser otra cosa que los impuestos de todos los ciudadanos, incluidos, también, los del “sin papeles” que es declarado en nomina. 

De regreso, en el metro, también desde mi condición de extranjero recuerdo: Francia es la cuna de los derechos del hombre; es un país con una riqueza cultural incalculable e inabarcable; es el sueño de muchos artistas; viajeros y turistas, pero… quien decide establecerse en este país debe tener presente su estadía legal, para que en ningún momento la política gala no tenga que decirle, “Sil vous plait, dépêchez vous de nous quitter!” (Por favor, ¡váyase!)

andrescandelak@hotmail.com

www.lacoctelera.com/andres-candela

ElDiariodeNewYork.com presta los siguientes servicios gratuitos a sus lectores

                  

   © ElDiariodeNewYork.com  © 2010 | Nosotros | Preguntas Frecuentes | Advertencias Legales | Política de Privacidad 

    © 2009 Digital Book Format - La idea y concepto de este periódico fue hecho en  Digital Book Format (DBF) que es un Copyright de ZahurK Technologies, Corp.

Queda prohibido el uso de este formato (DBF) sin previa autorización escrita de ZahurK Technologies, Corp.    IDBMS/P: 02-01-01-186-02/07